lunes, 11 de abril de 2011

IMPORTANCIA DE LA ACREDITACIÓN Y EVALUACIÓN DEL DESEMPEÑO DOCENTE

No hay lugar a dudas que la Educación es la base del desarrollo en cualquier país del mundo, nosotros no somos la excepción, y representa el verdadero motor de cualquier política económica y social seria y responsable, debido a que ésta genera conocimientos, habilidades, actitudes y destrezas en los seres humanos, quienes propician un mayor crecimiento económico y cultural y, a la vez, protagonizan el cambio hacía la modernidad y eficiencia en el bienestar y calidad de vida.

En los últimos años del presente siglo, el sector Educación en el Perú ha logrado un gran progreso en la cobertura del sistema educativo, especialmente en la Educación Básica Regular; sin embargo, los aprendizajes de los niños y jóvenes todavía dejan mucho que desear; estos no sólo son de bajo nivel, sino están mal distribuidos en la sociedad peruana, siendo el problema principal la variación en la calidad de la educación brindada a los sectores de menos recursos, especialmente a aquellos que se encuentran en las zonas alejadas de nuestro territorio. Ante esta situación, es necesario desarrollar un sistema de evaluación que permita recoger, analizar y explicar información importante acerca de las necesidades y posibilidades de los estudiantes con la finalidad de reflexionar y tomar decisiones oportunas para ir mejorando paulatinamente la calidad educativa en todo el país.

Ante esta dificultad cabe revisar brevemente dos aspectos fundamentales sobre el sistema educativo peruano: La Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa y La Evaluación del Desempeño del Profesor.

En cuanto al primer aspecto -Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad Educativa- , según la Ley del SINEACE los procesos de evaluación para el mejoramiento de la calidad educativa de nuestro país son:

La Autoevaluación de la gestión pedagógica, institucional y administrativa. Este proceso es considerado fundamental e indispensable para mejorar la calidad del servicio educativo y también para comenzar los procesos externos. En este sentido, la autoevaluación favorece la reflexión, la actitud crítica y el sentido de responsabilidad con el único fin de mejorar.

El segundo proceso es la Evaluación externa con fines de acreditación. Según el SINEACE ésta es requerida en forma voluntaria por las instituciones educativas, esto significa que hay libertad parar ser o no una institución acreditada. Esperamos que todas las instituciones tomen conciencia y participen en dicho proceso, ya que sólo así conocerán sus potencialidades y limitaciones, las cuales les conducirán a tomar decisiones acertadas.

Acto seguido tenemos a la tan comentada Acreditación, que viene a ser el reconocimiento público y temporal de la institución educativa que, en forma voluntaria, participó en un proceso de evaluación de su gestión pedagógica, institucional y administrativa. Es interesante que este reconocimiento de un óptimo desempeño sea temporal, de esta manera hay un compromiso de mejorar cada día y no dormirse en los laureles, como se hacía anteriormente, después de obtener un logro.

Por último está la Certificación que es otorgado por el colegio profesional correspondiente de acuerdo a los criterios establecidos por el SINEACE, el cual también es un proceso público y temporal. Esto significa que las instituciones educativas tienen que estar en constante innovación para no perder su respectiva certificación.

Pero a todo esto, ¿qué es el SINEACE?, ¿cuáles son sus órganos operadores? El SINEACE se define como el conjunto de organismos, normas y procedimientos estructurados e integrados funcionalmente, destinados a definir y establecer criterios, estándares y procesos de evaluación, acreditación y certificación. Sus órganos operadores son el PEBA (Instituto Peruano de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Básica), el CONEACES (Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior no Universitaria) y el CONEAU (Consejo de Evaluación, Acreditación y Certificación de la Calidad de la Educación Superior no Universitaria). Cada uno de ellos con su respectiva competencia: el primero, en Instituciones Educativas de Educación Básica y Técnico-Productiva; el segundo, en Instituciones de Educación Superior no Universitaria y el tercero, en Instituciones de Educación Superior Universitaria. Estos órganos operadores tienen como característica ser autónomos administrativamente, participativos, transparentes y definen su política en un marco de una ética y moral públicas; así como el derecho de informar permanentemente a la sociedad sobre sus procedimientos aplicados y los resultados logrados.

Referente al segundo aspecto, Evaluación del desempeño del Profesor Según esta nueva ley los docentes serán evaluados permanentemente, de manera integral y obligatoria. Esto significa que, al fin, la preparación del docente va a ser constante y continúa, y con justa razón porque el conocimiento va evolucionado a diario; por consiguiente el maestro tiene que estar actualizado para desempeñar su labor de forma eficiente. Se cumple ese adagio que el ser humano aprende hasta el último minuto de su existencia.

Esta evaluación será de dos tipos: Ordinaria, para los docentes que aprueben satisfactoriamente y se dará cada tres años y extraordinaria para los docentes que no aprueben, la cual se realizará al año siguiente de la desaprobación, cuyo fin será buscar la superación de las deficiencias encontradas en la evaluación ordinaria. Un proceso realmente interesante, que con un poco de esfuerzo todos los docentes que pertenecen a esta ley saldrán victoriosos, tanto en calificación como en su desempeño pedagógico con sus estudiantes.

Después de este breve análisis, concluimos diciendo que la acreditación y la evaluación del desempeño docente son dos buenas opciones para mejorar la calidad educativa. Mediante la acreditación, después de una exhaustiva evaluación y certificación, las instituciones educativas estarán en condiciones de ofrecer un servicio de calidad y al mismo tiempo se encontrarán en continua innovación en todo sentido. A su vez la evaluación del desempeño docente permitirá conocer los aciertos y limitaciones, verificar si los procesos para alcanzar las metas son adecuados y si el logro de resultados es conveniente o inconveniente con respecto a los propósitos de la educación; esto permitirá crear alternativas de mejoramiento que comprometan al docente un desarrollo integral en los aspectos profesional, pedagógico y personal.

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